17 sept 2010

Anoche tuve un sueño. Un sueño de esos que a uno lo dejan descolocado; esos sueños en los que uno siente cosas. Sueños tan cercanos a la realidad, que a veces se confunden con ella.


Un gran tumulto de gente. un lugar cerrado, extraño y sombrìo. Un reloj, y una cuenta regresiva. Agolpàndose frente a una puerta, la gente empezò a desaparecer. Una mùsica tranquila, y a la vez terrorìfica, se escuchaba por lo bajo... hasta que, repentinamente, me di cuenta de que estaba completamente solo.
Luego, la mùsica estremecedora que lograba escuchar se convirtiò en algo un poco mas placentero y acogedor. Allà a lo lejos, mi madre y mi familia, acercàndose con una felicidad un tanto particular.
- Venì con nosotros, no te quedes acà solo. Esta muy feo por acà.
- No. No puedo. Estoy esperando a alguien. Vayan, vayan tranquilos.
... hasta que, lentamente, todos se fueron por aquel portal, hacia la nada misma. Al menos, eso se veìa desde mi perspectiva. 
La cuenta atràs empezaba a desesperar. Algo asì como dos horas restaban... pero ¿para què?
Minutos despuès, mis amigos acudìan al lugar, como deseosos de decirme o mostrarme algo.
- Vamos, Octi? Hay tecas, venite.
- Noo, men, no puedo. Tengo que esperar a alguien. Despues los alcanzo.
Como los anteriores, tambièn se perdian en la nada, en ese portal que tanta curiosidad me daba. Pero no, no podìa ir; estaba esperando a alguien... y no sabìa a quièn. 
Y la gente seguìa pasando, y seguìa intentando llevarme hacia ese portal; como si hubiera algo muy genial allà dentro. Y todos recibìan la misma respuesta: "No. Estoy esperando a alguien.".
Ya no quedaba mucho tiempo, a la cuenta regresiva le quedaba poca vida. Y esa persona no aparecìa. El ambiente se tornaba raro; la mùsica no sonaba, el portal habìa desaparecido. Todo se volvìa blanco, incandescente. Y entre tanta confusiòn de luces y colores, ella apareciò. 
Casi como un acto reflejo, ambos nos lanzamos hacia el otro, dàndonos un abrazo tan intenso que casi se sentìa real. Nos quedamos ahì, miràndonos a los ojos, sin decirnos nada... debo decir que ese fue el momento mas feliz que me ha tocado soñar. Dios, cuàntas ganas de que fuera realidad. En fin, en cuanto dejò de mirarme, levantè la vista... y el tiempo habìa acabado. Ella, mirando el reloj; como si esa cuenta regresiva le indicara algo.
- Tengo que irme. Me buscan.
Se despidiò de mi, regalàndome el mejor de los besos, y susurràndome un te amo que me dejò perplejo. Comenzò a alejarse, corriendo por un pasillo; no podìa dejarla ir. Comencè a correr tras ella, hasta que fue transformàndose. Ya en la salida del pasillo, un micro estaba esperàndola. Ella ya era una sombra; una sombra de algo que nunca pasò, y seguramente nunca pasarà. Solo pude quedarme quieto, viendo como ella subìa a su micro, y se perdìa junto con el en el horizonte, y pensando.
- Despuès de todo, valiò la pena no entrar al portal.


Despertè, feliz y triste a la vez. Confundido, enojado. Con impotencia y ganas de no haber despertado jamàs, y de que esa cuenta regresiva nunca terminara.
no estoy
             
                    a punto
                          
                                       de perder
                                                                                                                                                      el control.



no.

15 sept 2010

no hay teca.

aah... cuanto tiempo sin tener un mal dia. Ahora recuerdo lo que se siente...
 
- Por qué el mundo nO cabe en la palma de la manO??     
 
porque la mano no està hecha para contener mundos.